La verdad es que sin cordero siento mi menú cojo en carnes así y toda esta semana os propongo degustéis el cochinillo y a los del periódico cuando leáis esta ya estará en Panamá, se supone, el cordero y a partir del 17 de marzo volveremos a saborearnos con las paletillas sabrosas chilenas si no hay otros contratiempos.
Ya escribí sobre el bójala y hoy me gustaría hablar del mero, como dice el viejo refrán de la mar el mero de la tierra el cordero. El mero lo servimos normalmente a la parrilla pero utilizando las nuevas técnicas y el empaque al vacio estamos sirviendo un mero confitado en grasa de pato a la pimienta verde que de seguro hará las delicias de los paladares más exigentes pero como tiene que haber para todos los gustos seguimos con nuestra cazuela de mero al estilo Costa Brava con ese leve toque de picante que está haciendo las delicias de los más atrevidos.
La verdad es que la versatilidad en la textura del mero nos ofrece toda clase de combinaciones posibles y es por eso que incluso a la parrilla logra éxito pero si a ese mero le añadimos un toque de ajo refrito, un poco de hojuelas de ají picante y redondeamos con el dulzor de los piquillos asados obtenemos una combinación ganadora. En fin el mero se presta y en esta temporada que ya el agua se enfrió pareciera ser según me cuentan que pescando a profundidad es fácil que piquen y eso hace que haya abundancia de este pescado en estos tiempos. Yo como lo único que pesco son resfriados me tengo que fiar de los proveedores y estos dicen que estamos en la época en donde se supone se deben pescar con mayor dificultad es un orgullo poderlo ofrecer con garantías de frescura extraordinarias proporcionando así a los comensales una verdadera delicatesen que para otros muchos habitantes del planeta se convierte en una rareza por la escasez d este pescado en sus aguas.
En fin tenemos una quincena llena de posibilidades gastronómicas teniendo en cuenta que los productos estrella van a ser el mero y el cordero que son los dos manjares más apreciados según la tradición del refranero. Esperemos que lo de la quincena se alargue y podamos disfrutar de varios meses de bonanza climática para que el océano nos permita obtener el mero y el barco en que es transportado el cordero desde Chile por fin llegue a puerto y así disfrutar del cordero anhelado.
Buen Provecho.
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