sábado, 3 de diciembre de 2011

20años

El tema de las propinas sigue candente pero no me gustaría pisar más callos. El tema de hoy sería mi aniversario, que pedante suena pero se cumplen veinte años de mi llegada a panamá y por ende 20 años dedicado a la gastronomía de Panama. En veinte años he visto pasar cientos de restaurantes por el mercado local y desfilar cientos de chefs con mejor o peor resultado. Tras mi llegada, y con la perspectiva que dan los años, la cosa gastronómica ha cambiado enormemente, hay propuestas de toda clase y a todos los niveles. Hay para escoger y de buen nivel. Se encuentran casi todos los productos que uno busca para cualquier clase de preparación mientras que a mi llegada eran escasos y había pocos. Ho y por hoy lo único que ha cambiado brutalmente son los precios, todo se ha encarecido desde mi llegada un 200% así la corvina que valía 0.75 la libra ya está en 2.75 y encima escasa. El mundo de los vinos es el que más ha cambiado de ser escasos y malos a hoy que tenemos una variedad envidiable por la cantidad de referencias mundiales que se manejan en este país. La variedad multinacional de los vinos que tenemos en Panamá hace que seamos una potencia en vinos, tenemos de todos los colores y todos los países. El mundo de los saloneros es lo que menos ha cambiado, sigue habiendo nada de escuela y poco idioma extranjero, son los mismos que había con nuevas incorporaciones iguales o peores, ponen mucha voluntad pero falta mucha profesionalidad. En cambio cada vez hay más gente verdaderamente preparada en las cocinas, llegan chefs graduados a fuera, incluso de las escasas escuelas de cocina del país salen algunos muy interesantes. En fin hay un buen panorama gastronómico con deficiencias pero sin ellas sería fácil y no sería un reto regentar ningún negocio gastronómico. En estos 20 años he pasado grandes momentos y por grandes decepciones pero me he sobrepuesto a casi todo y aquí estamos tratando cada día de ofrecer lo mejor que tenemos a todos los que nos visitan. Según la mayoría soy antipático y grosero pero los que me conocen saben que tengo buen corazón y soy incapaz de hacer daño, mal hablado de no muy buen carácter pero divertido y cariñoso si logran saltar la barrera que le pongo como protección a todo el mundo. No soy técnicamente un buen chef, más bien flojito, lo que soy es un gran conocedor de sabores y un buen interpretador de recetas. Se encontrar sabores y hacer mezclas exitosas, pero no se presentar porque soy un manazas. Tengo verbo fácil, pero hiriente, soy de los que habla más que piensa pero soy como soy y a pesar de haber cambiado algo siego siendo el mismo que fui.

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