lunes, 12 de diciembre de 2011
Sin excesos hay fiesta
La cocina en estas épocas es una cosa aburrida pero a la vez amorosa. Aburrida porque es inevitable volver a cocinar lo que siempre cocinamos, año a año lo repetimos, pero amorosa porque lo hacemos para brindar cariño a nuestros seres queridos y celebrar juntos estas fechas importantes en el calendario espiritual.
Además de comida hay que comprar las cosas que en cada casa se consideran tradicionales para los postres, los turrones, las frutas, los dulces navideños y la rosca.
A esos ágapes hay que añadirles los alcoholes de beber y los vinos para maridar con las comidas.
Para celebrar una buena navidad en familia es preciso que todo lo anterior sea al gusto de la mayoría para que todo el mundo se sienta a gusto. No cocinen mas de lo que se van a comer porque las sobraras son siempre un problema. No caben en la nevera y se terminan dañando porque con el clima de estos lares no es muy recomendable dejarlas fuera de la nevera.
Todo lo que coman y beban deben hacerlo con moderación para no sufrir el dia después ni en la noche de empacho ni de malas resacas. Diciembre es un mes lleno de celebraciones y lo importante es llegar al año nuevo en optimas condiciones. Caminen todo lo que puedan entre celebraciones para recuperar la oxigenación necesaria a nuestro corazón, traten los días que no tienen nada que celebrar de comer comida alta en fibra para garantizar unos intestinos listos para el embate que significan las celebraciones, desayunen antes de cada celebración una cuchara de aceite extra virgen para que nuestra flora intestinal este lubricada y lista.
Piensen que vienen mas años que hay que seguir celebrando y el cuerpo con los años asimila peor todos los excesos. Piensen que unas buenas fiestas son aquellas en las que salimos sanos y con el mismo peso en que las comenzamos. Los excesos son terribles para la salud y a cierta edad conllevan mas peligros.
En fin piensen que la Navidad y las fiestas que la rodean son para estar en familia y con los amigos en paz y armonía, no se excedan y las disfrutaran de maravilla. Serán recordadas por todos como las mejores y se ahorraran carreras innecesarias a visitar a los doctores.
Brindemos por unas fiestas saludables y sin excesos para que podamos brindar por un mejor año nuevo y por los próximos cuarenta años más, como mínimo.
Buen provecho.
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