viernes, 16 de julio de 2010

Fin de un periodo.

La temporada futbolística ha terminado, regresa la gastronomía sin escusas, cocinar para clientes en función del gusto no del acontecimiento futbolísticos, los clientes regresan a comer no a ver televisión , ahora es que es la hora de hacer balance gastronómico, unos con la correa del mundial duraran unos cuantos meses mas otros están cerrando porque no pueden resistir los altos costos o, esto de los restaurantes no es una carrera de velocidad, es de resistencia, hay que estar en todos los detalles todo el año, no basta con poner televisiones para el mundial hay que atender a los clientes todo el año , ofrecerles lo mejor a, al menos intentarlo.
Después de 19 años en este país creo que he aprendido y a pesar de no ser billete de cien para agradarle a todo el mundo, mi cocina se ha consolidado como una de las top 20 del país. El secreto no está en las florituras esta en tratar todos los días de brindar lo mejor y tratar de hacerlo bien. No basta con lucirse un día hay que hacerlo cada día, hay que hacer gozar a la gente todos los días porque es por eso que salen, no basta con tener televisiones, no basta con sonreír, no basta con tener un local bonito, hay que tratar de ser consistente cada día y brindar los platos mejores en cada momento para ello uno debe comprar siempre lo mejor, caro o barato no importa debe ser lo mejor, el cliente agradece la calidad y está dispuesto a pagar por ella. El precio es relativo porque todo tiene un sentido, lo que no se puede hacer es engañar o robar se debe cobrar por lo que se brinda y se ofrece. Comparar es odioso pero el cliente debe pararse a pensar por lo que está pagando si mereció la pena o no, fuera de otras conjeturas los precios los pone el mercado hay quien paga mas por lo mismo porque el ambiente le parece mejor o simplemente porque lo tratan mejor. El precio es un cúmulo de circunstancia, el local, la materia prima, el servicio, la calidad de los cubiertos, la vajilla, el parking, la seguridad, los baños, la higiene, el ambiente y allí es donde al sumar el cliente debe valorar y decidir si lo que le cobraron es válido. Dólar a dólar hay restaurantes bien de precio y hay restaurantes caros, los hay que son una estafa y los hay que son un robo, pero los únicos que el año que viene seguirán abiertos son los que el cliente cree que son honrados porque sus precios hacen el balance de todas las circunstancias y cumplen con el mínimo requerido.
Parece mentira pero eso es lo que hay , cada cuatro años llega un mundial y a todos les va bien con dos televisores se arregla todo, pero se acaba el mundial y hay que seguir abiertos ahí es donde hay que empezar a pensar, no todo es futbol…..
Buen provecho…..

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