Sin ser un gran entendido se algo de los vinos que hoy ocupan mi columna, antiguamente y por muchísimos años eran vinos que se tomaban en las tascas bilbaínas de toda la vida con el nombre genérico de claretes riojanos, muy poco vino se embotellaba y se transportaba, mayormente, en cubas o en barriles a las diferentes ciudades de España para ser vendido como clarete en las bodegas y tascas de estas ciudades el resto del vino se vendía a granel a los franceses que lo usaban para subir el grado alcohólico de sus vinos cuando sus cosechas eran pobres. De ahí se paso a embotellar después de macerar en barricas de roble francés imitando el proceder de los vinos franceses pero el resultado no fue lo satisfactorio que se debería haber obtenido y por muchos años los vinos de la Rioja se caracterizaron por ser de abundante aroma a madera llegándose incluso a añadirle serrín de madera de roble a las barricas para acentuar ese aroma y sabor que hacían a los vinos de la Rioja peculiares pero a la vez distintos de los vinos de calidad franceses ocupando siempre un lugar de segundones.
Con la llegada de la democracia a España y el acercamiento a Europa, producto del ingreso al mercado común europeo los vinos de la Rioja experimentan un cambio radical basado en la incorporación de las tecnologías modernas de prensado así como de macerado y fermentación controlada al proceso del vino tradicional ,adicional un cuidado y selección mayor a la hora de cosechar así como una selección mayor de los mostos dando como consecuencia la aparición del consejo regulador de la denominación de origen Rioja que rige el control de calidad de los vinos que se producen dentro de esa región vitivinícola. Con todo eso la Rioja se recupera y empieza a producir los mejores vinos del mundo en la relación precio calidad, son buenos y muy asequibles logrando acaparara parte importante del mercado mundial con varias de sus marcas.
Tras años de grandes ventas y grandes beneficios los ricos se contagian de la fiebre y quieren comprar tierras en la Rioja y dedicarse como hobby a la producción de vinos, así mismo bancos , sociedades de fondos mutuos etc…. Incursionan en lo mismo llegando un momento que hay superproducción de vino de la Rioja y exceso de marcas que hacen que la venta sea mínima para cada una de ellas, si a eso se le suma la crisis mundial y que puesto que hay mas marcas hay mas competencia tanto a la hora de comprar uva para completar producciones , como a la hora de buscar enólogos cualificados ,como a la hora de buscar personal de ventas, como a la hora de vender , como a la hora de transportar , dándose el fenómeno de la subida de precios que venimos sufriendo, amen del euro, los tres últimos años convirtiendo al vino de la rioja en un bien de lujo para estos países dejando de ser un vino de diario para convertirse en un vino solo para ocasiones.
Esta reflexión se la vengo haciendo a los representantes que van llegando a visitarnos pero cae en saco roto, así que cada vez vendemos menos Rioja y vendemos mas vinos del nuevo mundo pero no por ello dejaremos de hablar de los caldos de la Rioja.
Buen provecho…
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