Fiel a mi cita semanal aquí pensando en que escribir me encuentro con que hay pocos temas gastronómicos que no he tocado. Me gustaría hablar de vinos esta vez que hace tiempo que no hablo de ello.
Cada vez hay mas y mas vinos en Panamá, han proliferado las empresas que venden vino en Panamá y la oferta es muy grande, evidentemente todos los que venden vino creen que sus productos son los mejores lo cual es lo más normal, pero déjenme decirles que en el vino es como en los colores, gusto para todo. Cada cual tiene sus propios gustos y además en el vino intervienen la compañía y el estado de ánimo en que uno se encuentra a la hora de tomarlo.
Últimamente están llegando vinos de todas las partes del mundo a diferentes precios y botellas más bonitas, con etiquetas más llamativas, de D.O. mas o menos conocidas y de marcas que están más o menos reconocidas en el mundo de la crítica vitivinicultora. Hacer una carta de vinos es cada vez más difícil por la cantidad y variedad de vinos que hay en el mercado. El tema es que vinos prefieren los clientes y que vinos van más con la comida que uno vende, el criterio básico para elegir los vinos que componen un menú de un restaurante es apostar a conocer más profundamente que es lo que los clientes prefieren para brindarles lo más conveniente para ellos.
Así hay que pensar que orientación en cuanto a nacionalidad tiene la cocina para buscar vinos lo mas cercanos en origen a los ingredientes que se utilizan, sin menos preciar el posible maridaje con vinos de otras latitudes. Hay que incluir siempre vinos blancos y espumantes además de champagnes para poder combinarlos con carnes blancas, pescados o mariscos. La variedad de sabores en los blancos nos aconseja tener desde dulces hasta secos ,lo mismo en espumantes y champagnes, aunque es cierto que en este país los blancos son de poco consumo.
Para escoger los tintos se debe partir de la base de que las mejores expresiones del terruño aparecen en los vinos de las llamadas uvas autóctonas, así los mejores malbec será argentinos, los mejores carmenere chilenos, los mejores tempranillo españoles y los mejores cabernet franceses, sin menospreciar los merlots y cabernets de los Estados Unidos o los syrah de Australia. Evidentemente hay variedades de uva que se dan bien en otros países que no necesariamente son las uvas autóctonas pero como criterio básico es una buena idea aportar terruño natural a una carta de vinos. A la hora de la verdad lo mejor es escoger buenos vinos sea de donde sean y tener una gama de precios razonables para todos los bolsillos eso hará que la carta de vinos sea elogiada porque permitirá escoger al cliente con facilidad.
Continuara …. Buen provecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario