sábado, 15 de mayo de 2010

A ponerse las pilas.

Triste no es la palabra, pero si estoy que sufro solo de pensar lo que gastronómicamente le puede pasar a la gente de la costa de EEUU bañada en petróleo. No ostras, no camarones , no pescado, pero lo malo es que aquí si tenemos así que seguro lo vamos a mandar para allá y por lo tanto los precios en el mercado local van para arriba, queramos o no, así que aprovéchense que hasta escasez va a ver. Triste sigo porque si pienso en lo que digo mas van a pescar así que menos habrá en el futuro así que sin derrames en nuestra costa nos va costar como si los hubiese.
Pero lamentarse es de cobardes y hay que ponerle imaginación al asunto así que manos a la obra y a buscar alternativas. A los fieles seguidores les sonara el pato, pues si he empezado por probar con el y hemos preparado nuestra versión de “casoulette”, que no es mas que un potaje de habas con piernas y alas confitadas en su propia grasa, además de la butifarra. Un clásico de la cocina francesa , entre pitos y flautas nos toma 16 horas preparar la receta pero el esfuerzo se ve recompensado con las caras de satisfacción de los que lo prueban así que pegamos una.
Como ya escribí en anteriores entregas , el pato es versátil , así que con los hígados y la carne adicional preparamos pate de la casa y con las pechugas (magret) las asamos al momento y las adornamos con una salsa de pimienta verde para hacer las delicias de los que lo prueban. Y con estas dos ya tenemos tres paltos de nuestro menú para cubrir posibles escaseces.
Les comente de la llegada de los garbanzos secos de España por sacos, así que ahí he tenido la oportunidad de probar hasta que por fin recordando recetas de la abuela hemos preparado unos garbanzos con mariscos en cazuela para que la legumbre no quede menos preciada y le demos a esa proteína vegetal tan necesaria para las dietas semi balanceadas el sitial que le pertenece, una receta baja en grasas, alta en proteínas y de un sabor delicadísimo hasta enriquecedor. Ya con esta van cuatro.
Pero como no hay cuatro sin cinco cada quince días me consigo unas truchas de Volcán y las preparo sin espinas a la navarra(rellenas de jamón) o a la espalda como si de merluza se tratase.
Como ven ante la tristeza imaginación, como todo en la vida , necesitamos ejercitar nuestra mente para aunque solo sea para distraernos de los problemas cotidianos y si estamos entrenados no hay problema que no se solucione con creatividad. Por eso me hablan de competencia y la única competencia que tenemos todos somos nosotros mismos porque cada minuto que desperdiciemos pensando en otras cosa es un minuto desaprovechado en pensar como solucionar nuestro problema.
Me dirán que es poco pero es que no puedo ponerlo todo aquí porque me dirían que solo hago propaganda y esto no es darme flores tengo que seguir llenando el espacio que me conceden con decencia sin echarme flores y comentando aquello que me parece gastronómicamente interesante. La verdad es que no se si poco o mucho pero como diría aquel, los espero mañana a las ocho comiéndome un bizcocho….
Buen provecho.

1 comentario:

Jesús Nieves Montero dijo...

la cazuela de garbanzos con marisos suena suculenta

¡salud!