Hacía ya bastantes años que no cocinaba diariamente, solamente supervisaba y en ocasiones participaba de los platos nuevos a manera de muestras para los demás cocineros pero me renuncio el segundo de cocina y ante tal evento y la falta de candidatos me puse las pilas y retorne a los fogones, para mi sorpresa no se me había olvidado y con gran facilidad le cogí el tranquillo y en eso llevo 21 días.
Las sensaciones han sido buenísimas los clientes lo han notado en la velocidad de la salida de sus comidas y según dicen en la calidad final así que he decidido no buscar y seguir en el tajo.la verdad es que lo único molesto es la cantidad de sudor que sufro, estoy utilizando dos camisas diarias pero no hay mal que por bien no venga y así mi peso ha ido menguando paulatinamente con lo cual he rebajado seis libras en estos últimos días.
El problema está en mis visitas a las mesas que se hacen escasas no por falta de voluntad sino por falta de tiempo puesto que al estar de lleno en la cocina se me complica el saludar por tener que atender los fuegos.
He recuperado recetas viejas como por ejemplo el estofado de ternera a los tres hongos que ahora lo preparo como lo hacia mi abuelita y el resultado ha sido fabuloso, así mismo el osobuco preparado como aprendí hace años de mi amigo Toni Saez en el Dorado Petit de NY. Total encima estoy disfrutando porque regrese a donde no debería haber salido porque mi verdadera pasión es cocinar y no administrar ni ser relacionista público que ambas cosas se me dan mal por mi mal carácter y mi desorden. En fin zapatero a tus zapatos y estos me sientan bien sin orna, se me acomodan como seda y la verdad me siento maravilloso.
Para esto me dedico a la cocina para disfrutar y eso es lo que estoy haciendo gozar de lo mas insignificante, como cortar pescado, hasta lo mas sofisticado, preparar salsas al minuto. Lo mas bonito es que me siento como nuevo, feliz y lleno de ideas nuevas y renovadas para dar mejor calidad final a mis clientes día a día.
Lo triste es como encontrar personal cualificado en estos días, que difícil se ha puesto y sobretodo que paciencia hay que tener porque todos son prima donas que quieren ganar mucho y dar poco, cuando en este oficio es todo lo contrario hay que dar mas de lo que se recibe porque atender clientes es eso dar y dar para después recibir , pero primero dar y si das menos que la competencia estas perdido porque por el mismo dinero el cliente busca mas ,no puedes fallar y debes estar prevenido para no dormirte y seguir dando mas y mas para no fallar. Es una lástima que las escuelas de cocina de este país solo les enseñen a ser jefes no a sacrificarse ni a dedicarse con corazón y empeño, solo les enseñan a cumplir como si eso fuera todo en este oficio, hay que dar mas para poder obtener un mínimo satisfactorio pero el que solo cumple se queda en la mediocridad y eso es lo que todos debemos evitar.
Buen provecho.
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