sábado, 17 de abril de 2010

La fama

Esta semana de gozo futbolístico ha culminado con un éxito rotundo, de dos, dos, que me permite soñar con un final de temporada mas que feliz, pero no construyamos castillos de arena ni hagamos el cuento de la lechera , esperemos pacientemente que lo que sea, sea.
He insistido en mi cocina, durante estas semanas, en la morcilla, un ingrediente amado o odiado, es de los pocos ingredientes que solo generan polos opuestos. No es algo afrodisíaco y tiene poco glamour porque es feo y solo tiene colesterol, a los que nos gusta nos provoca casi siempre pero hay quien la ve y sale huyendo. Poco atractiva pero deliciosa, cuando es buena es increíble pero cuando es mala es incomible, siempre tiene dos vertientes no es fácil que agrade por eso de la sangre pero cuando gusta uhmmm…Así que frente a esto me enfrento con dos platos diferentes pero parecidos, la falsa lasaña y los ravioles que ambas recetan crean expectativas en los amantes de la morcilla ya lo he comprobado durante esta semana pasada, lo que he visto es que la falta lasaña convence a los que no la odian y solo la soportan porque no sabe a morcilla intensamente pero sigo sin lograr que la prueban los que la odian. Visto esto es un plato para minorías comedoras de productos cárnicos derivados del cerdo con lo cual no romperemos esquemas no nuestra receta invadirá las primeras ´planas de los periódicos mundiales así que, aterrizando, regresare a ser lo que soy un modesto chef de origen español, catalán, que trabaja en Panamá para satisfacer los paladares locales y los de los visitantes, que como futuro no esta del todo mal.
Pero me lleva a ver cuáles son las diferencias entre los grandes chefs y los que estamos ahí, en la lucha que es mucha. Principalmente ¿el mercado? creo que influye pero no es determinante porque hay espacio para genios sino el éxito de mi amigo Mario (Maito)o el éxito de Fabian(Ten Bistro) ambos genios de la cocina, sin entrar en otras consideraciones, la trascendencia de ambos en el ambiente internacional deja mucho que desear pero no por ellos sino por el desconocimiento general de la cocina panameña. ¿Capaz los medios de comunicación? La falta de prensa especializada en el sector, salvo contada excepción(Aristologa), hace que la divulgación de nuestro arte no pase las fronteras seria una manera pedante de ver el problema o es que ¿nuestra cocina no interesa mas allá de nuestras fronteras? Sea cual sea el problema los grandes maestros suelen habitar en grandes países porque repasando hay pocas menciones en la prensa internacional especializada de maestros culinarios que no sean americanos del norte, ingleses , italianos, chinos, japoneses, alemanes, italianos, españoles y en general pocas menciones a los de los países pequeños. ¿Lo hacemos peor? no creo, lo hacemos diferente, con mas cariño si cabe que los grandes pero con menor acogida tanto mediática como en volumen de comensales. Puesto así el hecho de que ese joven muchacho haya ganado el premio a futuro mejor chef nos pone las pilas para saber que el camino que hemos estado siguiendo es el correcto y lo que hacemos merece el premio que tenemos, quizá sería mas sabio decir que estamos labrando el camino a generaciones de cocineros que nos seguirán y estos conseguirán el espaldarazo INTERNACIONAL.
Si vemos el panorama español así ha sido ,la generación de la nueva cocina vasca ha tenido éxito pero mas lo ha tendido la siguiente a ellos, es decir , los Berasategi, Helena Arzac, Andoni etc… que cogieron el relevo de sus maestros y han convertido sus restaurantes en iconos del buen comer a nivel mundial. Esperemos que así sea y nuestro esfuerzo diario no caiga en saco roto.
Buen provecho.

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