jueves, 8 de marzo de 2012
ya llego ese tiempo
Estoy contento porque este país está en apogeo gastronómico. Están abriendo nuevos restaurantes todas las semanas, algunos espectaculares y otros menos buenos pero en general con cara y ojos.
Para mi cara y ojos es con chefs que saben lo que hacen y dueños que saben lo que quieren. Los hoteles además están brindando en general buenas ofertas gastronómicas para todos los gustos. Por el sector de playa del Pacifico están abriendo restaurantes y otros están consolidándose.
En el interior, y más concretamente en el área de Chiriquí está sucediendo más de lo mismo. No puedo hablar de las otras provincias porque no las visito.
Hay que felicitar a las escuelas de cocina porque están haciendo su trabajo. Por fin hay chefs locales preparados, no son suficientes porque se vienen un montón de hoteles nuevos y por ende, se van a necesitar muchos más, pero es un buen comienzo. Clarividentes fueron las que en su día abrieron contra viento y marea, con dificultades, pero ahí están formando chefs para que hagan grande la gastronomía de este país.
Orgullo nacional es lo que hemos de tener cuando vemos que una gran mayoría de estos chef son jóvenes y con gran futuro. Ya los de mi quinta somos menos y cada vez somos menos importantes para la gastronomía nacional, no es que estemos obsoletos ni nada parecido, pero estos jóvenes tienen sangre y están haciendo grandes cosas, nuestro relevo generacional está servido.
Con mucho placer debo reconocer que ellos son el futuro, que nosotros debemos estar ahí apoyándolos y luchando para no perder comba pero con la tranquilidad que esta gente sabe lo que hace y sin lugar a dudas nos van a superar. Nos queda el consuelo que muchos de ellos son discípulos nuestros y que conservan nuestras enseñanzas que por supuesto han mejorado o mejoraran.
Es tiempo de celebrar el relevo generacional, ya este país tiene garantizado el futuro gastronómico, no es que nos retiremos ni jubilemos solamente nos mantenemos a otro nivel viendo los toros desde detrás de la barrera para que estos jóvenes sean la punta de lanza y nosotros verlos crecer desde la cercanía sabiendo que estamos en buenas manos.
Es hora de pasar a segundo plano pero tampoco dormirnos porque seguimos en el mercado eso si se despistan y nos dan chance volver al ataque con los bríos que nos han caracterizado y que hicieron de nosotros lo que somos. Francamente en mi caso han sido veinte años al pie del cañón y no me retiro sigo pero ahora cedo mi cocina a Gorka para que sea él, el que cree, el que cocina y el que esta al cargo, siempre a su lado y supervisando, eso sí, todos los días aportando parte de mi sabiduría para que no se pierda el feeling del restaurante pero mas relax.
Buen provecho.
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