martes, 7 de febrero de 2012

El conejo

La epoca de las dietas ha empezado, los excesos de las fiestas y el verano estupendo que estamos teniendo provoca que la resolución de poner se a dieta se cumpla. Hay dietas para todos los gustos, que sin carbohidratos, que reducir las ingestas, que solo comida pesada en balanza para lograr comer las calorías necesarias, infinidades de dietas mas o menos exitosas para todos los gustos están de moda entre nosotros. Lo cierto es que hay gente que logra perder ese peso de mas con esfuerzo y sacrificio y los que no lo posponen hasta otra ocasión o simplemente pasan. No voy a entrar en el tema de que dieta es la mas apropiada porque no seria correcto ni profesional de mi parte, lo que voy a hacer es recomendarles una carne sanísima que les ayudara a comer muy bajo en grasa con gran contenido en proteína animal y de muy buena digestión. El conejo, este animal de granja contiene muy poca grasa, es de carne blanca y su precio, por rendimiento, es super adecuado. Es siempre un animal que crea simpatías y como comida suena a pecado por aquello de que siempre alguien lo vio como mascota pero si se pueden evitar sentimentalismos, se convierte en un delicioso plato preparado como sea. Es sanísimo y se prepara básicamente como si fuera pollo, se logran combinaciones buenísimas utilizando las recetas de gallina y pollo además de poderse asar, cocinar a la parrilla y freir. La manera más tradicional es asado a la parrilla o al horno en donde claramente el aporte de proteínas con prácticamente cero grasa lo hace imprescindible en la dieta del humano. La sencillez en el caso de este animal a la hora de reproducirse lo hacen común y sencillo de encontrar, a pesar de que en nuestro país no es fácil puesto que muy pocos supermercados cuentan con él entre sus carnes de venta. Pero cada vez es más accesible y en países como el mío de origen, es muy común. La carne es fibrosa y sabrosa, blanca completamente en todo el animal, fácil de deshuesar y con mas carne de lo que uno cree hace que un conejo de unas seis libras casi rinda cuatro porciones decentes que acompañadas de una buena ensalada harán de una almuerzo o una cena una delicia. Una vez lo ha comprado lo más indicado es separarle las cuatro patas y sazonarlas para asar a la parrilla, y con el resto simplemente cortarlo en pedazos lo suficientemente grandes para que hagan de presas chicas. Ponerlo en la parrilla o en la plancha por cada costado hasta que este dorado y terminarlo en el horno para que se termine de cocinar por completo, servir acompañado de ensalada o lo que desee y vera lo rico que esta. Buen provecho.

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